
Micaela. Por Awilda Cáez
Micaela ponía huevos de oro. Ninguna de las otras gallinas la envidiaba por eso, al contrario, le ayudaban a cuidar los nidos. Por otro lado, los gallos siempre querían hacerle ver a los demás que el secreto de los huevos dorados era el esperma

Poema. Por Ángel L. Matos
Tengo versos como sentimientos expirados
conjugo un Oráculo tuerto
a que escriba en la salida
esquela donde cabe mi muerte
antagonista en alguna página.

Al alba. Por Pamy Rojas
La reflexión venía acompañada de lágrimas. Los pensamientos encendían su cerebro como luces de navidad de todos los colores. Era una iluminación triste, nostálgica y empañada.
Qué terriblemente absurdo es estar vivo.

Fue bueno Y SIGLEMA. Por Patricia Schaefer Roder
Todos sabían, pero nadie dijo nada. Manuela se acercó a la multitud, y la gente la saludó como siempre. Eso sí, ella notó que algunas mujeres la miraban con algo de recelo, o con rabia tal vez. Pero ella estaba acostumbrada y no le daba importancia. Los hombres la comenzaron a ver diferente desde ese día.

Las voces del aula. Por Amneris Soto Soto
La maestra Salomé siempre decía que cada estudiante de su clase era un mundo distinto, y que su labor no era hacerlos pensar igual, sino ayudarlos a brillar con su propia luz. En su aula, los colores de piel, los acentos y las historias de cada niño formaban un mosaico tan diverso como hermoso.

Receso. Por Alejandro Zapata Espinosa
Te gustan los estudios de caso, profesora. Yo te escribí uno que es, en resumidas cuentas, la historia de nuestro amor. Llegaste a casa y te zambulliste en la hamaca del patio: inician las vacaciones de Semana Santa y, con ellas, nuestros viajes.