Por Brenda Liz Torres López
“El erotismo en las novelas queer no solo desafía las estructuras patriarcales, sino que también resignifica el cuerpo como un espacio de memoria, resistencia y creatividad”.
-José Quiroga, escritor cubano (1959-2024
Mayra Santos Febres, escritora puertorriqueña (Carolina, 1966) de los últimos tiempos, es considerada una de las voces más importantes y reconocidas. Licenciada en Letras en la Universidad de Puerto Rico, obtiene un doctorado en la Universidad de Cornell, Estados Unidos. Sus obras han sido publicadas por la Casa de las Américas (Cuba), Revue noire (Francia) y Review: Latin American Literature and Arts (Nueva York). Su aportación a la literatura incluye el producir ensayos, poesías, cuentos y novelas, lo que la ha llevado a obtener diferentes premios entre los que se encuentran: Premio Letras de Oro (Estados Unidos, 1994), Premio Juan Rulfo (Francia, 1996) y premio finalista Rómulo Gallegos de Novela (2001) por su obra Sirena Selena vestida de pena. Su impacto trasciende las fronteras de Puerto Rico, llegando a posicionarse como una figura clave en la literatura, no solo de esta isla, sino también del Caribe.
En su diversidad de obras, Mayra Santos Febres aborda temas como la identidad de género, la sexualidad, el erotismo, la negritud y la sociedad marginada. Estos temas, que la mayor parte de las veces suelen ser ignorados, se encuentran en sus líneas a través de la representación enriquecedora, lo que la lleva a diseccionar lo complejo que puede resultar ser la identidad puertorriqueña, aparte de las tensiones abordadas entre lo tradicional y lo moderno que son herramientas que nos permiten reflexionar sobre la exploración de lo que somos, individual o colectivamente. Por otra parte, Santos Febres ha logrado abrir puertas para nuevas generaciones de escritores puertorriqueños, lo que ha sido fundamental para conectar a Puerto Rico con otras voces y tendencias en la literatura global. Su importancia no solo está en la calidad y la valentía de esta narradora al tratar temas poco convencionales, sino en su capacidad para inspirar y nutrir una visión más abarcadora y diversa de lo que es la literatura puertorriqueña. El valor de los escritos de Mayra Santos Febres posee tal envergadura que no solo se afinca en la calidad y valentía en sus líneas, sino también en su aptitud para inculcar y alimentar una percepción más inclusiva y variada de lo que es la literatura puertorriqueña en todos sus contextos.
Pez de vidrio (1995), El cuerpo correcto (1998) y Sirena Selena vestida de pena (2000) son obras narrativas que le permiten a Mayra Santos continuar de manera más radical muchas de las transgresiones que ha venido afrontando la literatura puertorriqueña desde los años 70. Nos expone en estas obras a desacostumbrados modos de representar identidades y de articular sin mayores refrenos sus expresiones y actos más conflictivos (Díaz, 26).
La investigación a continuación está enfocada en la primera novela de Mayra Santos Febres, Sirena Selena vestida de pena (2000), desde la perspectiva del erotismo y centrada en la teoría literaria sobre la sexualidad fuera de la norma, conocida como queer. Para comprender el contexto histórico de Sirena Selena vestida de pena, hay que reconocer aspectos relevantes de la complejidad de temas y personajes que son parte de esta narración.
A través de su viaje y de explorar la vida del personaje principal Sirena Selena, una joven drag queen y cantante de boleros, Santos Febres provee un espacio profundamente marcado para la historia y las desigualdades sociales. La novela capta cómo la situación de identidad cultural, social y política impactan las dinámicas económicas y las experiencias personales de cada figura que forma parte de la novela. Sin embargo, el auge de la cultura drag y queer ofrece espacios de resistencia y autoafirmación, y es por este medio que la autora y narradora, da voz a una comunidad muchas veces invisible, celebrando de este modo el dolor por medio del arte. `
“…se lo llevó a su apartamento, lo ayudó a romper vicio, lo vistió de bolerosa. Poco a poco lo ayudó a convertirse en quien en verdad era. Y ahora se lo llevaba a la República
Dominicana porque nunca la Selena se había montado en un avión. Iban de negocios, a ver si vendían su show a algún hotel. Sangre de empresarias” (Sirena Selena vestida de pena, 11).
Sirena Selena vestida de pena es una novela rica en simbolismo, crítica social y exploración de identidades. Por ejemplo, en el aspecto de identidad de género y sexualidad, la novela explora la construcción de género y sexualidad a través de la protagonista, Sirena Selena, una joven drag queen que transforma su cuerpo e identidad para vivir su gran verdad. Santos Febres desafía las nociones binarias del género y muestra cómo la performatividad puede ser un acto de resistencia y autoafirmación. Sirena encarna el deseo de liberarse de las imposiciones sociales y construir una identidad fluida, en un contexto donde las personas queer son señaladas y marginadas. Por otra parte, el título Sirena Selena vestida de pena refleja un eje central de la obra: el sufrimiento. Sirena transforma su agonía y su historia de abandono en arte, especialmente a través del canto e interpretación de los boleros. Esta transformación del dolor en belleza habla de la resistencia y de cómo las personas que son arrinconadas en la sociedad encuentran maneras de narrar sus experiencias para sobrevivir en un mundo tan complejo.
La trama de la novela Sirena Selena vestida de pena está enfocada en este joven de talento excepcional (Sirena Selena) que, a través del transformismo y el canto, encuentra una forma de expresión artística, pero también un camino para sobrevivir en un mundo lleno de exclusión y prejuicios. Sirena Selena es la construcción artística de un joven adolescente proveniente de Puerto Rico con un pasado de pobreza y abandono. A través de su transformación de identidad como Sirena Selena, se libera y encuentra un espacio donde puede expresar su talento y carisma. Tanto así que, por medio de su voz extraordinaria, deslumbra a todos. Su canto es un símbolo de belleza y poder, capaz de cautivar tanto al público como a los hombres que se sienten atraídos por ella. Aunque Sirena Selena brilla en el escenario, siempre lucha con el peso de su pasado y la vulnerabilidad que implica vivir como una persona queer en un entorno pesado y hostil. Su historia de vida refleja las tensiones de la búsqueda entre el amor y lo que realmente es, además de su necesidad de protegerse en un mundo que la idealiza y utiliza. La feminidad de Sirena Selena se encarna como un acto de resistencia y de belleza, y la transformación en el escenario desafía las normas tradicionales de género y destaca la capacidad del arte para superar las barreras sociales. En esencia, Sirena Selena es un personaje profundamente humano, que representa las aspiraciones, miedos y resiliencia de las personas queer.
En cuanto a su relación con Martha Divine, una queen mayor que actúa como la mentora y protectora de Sirena Selena, además, de jugar un papel crucial en su desarrollo. Martha ayuda a Sirena Selena a pulir su imagen y a encontrar oportunidades como artista drag queen. Aunque la relación entre ambas es lo que se podría llamar un poco compleja, hay que señalar que su vínculo está marcado por las dinámicas de poder y necesidad mutua. A pesar de la actitud fuerte de Martha Divine y en ocasiones un poco cínica, es un personaje profundamente humano que lucha con sus propias inseguridades, heridas del pasado y deseos de pertenencia y amor. Finalmente, cabe destacar que Martha Divine no solo contribuye en el desarrollo de Sirena Selena como
artista y personaje, sino que también representa un mundo vibrante y contradictorio en que el arte y la vida se entrelazan en la lucha por el reconocimiento y la supervivencia.
“Martha, toda una señora, su guía, su mamá. La que nunca tuvo, la que lo sacó de la calle para ponerlo a cantar en El Danubio Azul. Era alta y rubia oxigenada, ya que, con sus arrugas, con su par portentoso de pechos de silicón con piel increíblemente tersa por las hendiduras del escote […]” (Sirena Selena vestida de pena, 8).
Hugo Graubel es otro de los personajes significativos dentro de la trama de la novela Sirena Selena vestida de pena. Hugo es un hombre casado y de negocios que representa el dinero, el poder y la influencia en la sociedad, lo que crea una dinámica de dominio en la vida de Sirena Selena y un papel crucial en el desarrollo de la trama, ya que termina perdido en la belleza de Sirena Selena. Como personaje externo al mundo queer, observa a Sirena Selena como una mezcla entre lo fascinante, erótico y exótico, pero su represión se muestra al Sirena personificar una versión de sí mismo que nadie conoce. La seducción entre ellos no solo es física, sino también de control. Hugo llama a Sirena, “Sirenito”, lo que refleja su lucha interna con las normas de género y su propia identidad sexual. Este sobrenombre y su relación con Sirena Selena exploran temas como el de la masculinidad y feminidad, y cómo estos conceptos se entrelazan en la vida de este personaje tan complejo. Para Sirena Selena, Hugo es un punto de alteración y a través de esa conexión, Sirena enfrenta y desafía las previsiones sociales y personales, lo que le permite desarrollarse y consolidarse como persona. La interacción entre Hugo y Sirena Selena plasma las desigualdades sociales y económicas. Hugo Graubel es un emblema de la solidez y el dominio económico, mientras que Sirena Selena lucha por liberarse de la pobreza a la que se ha sometido durante muchos años y a la desigualdad social a la que se enfrenta. Por lo tanto, la relación entre ambos personajes evoluciona de manera compleja y multifacética, desde la atracción a la curiosidad, el deseo y el poder desigual, hasta ser Sirena ese objeto de deseo, y a tener que enfrentar sus propias verdades y vulnerabilidades.
“Por el momento, lo que debía ocuparte la mente era cómo cruzar el abismo que lo separaba de Sirena Selena, ese ser de fantasía, que le había despertado el ansia moribunda. No sabía a ciencia cierta qué era lo que quería de Selena, o para Selena o con Selena. De lo que sí no había duda era que la quería tener cerca, a su lado, costara lo que costara” (Sirena Selena vestida de pena, 62).
Cabe señalar que los personajes de Sirena Selena, Martha Divine y Hugo Graubel, junto a otros que son parte del entorno y diversas circunstancias que se van dando en la trama (Valentina Frenesí, abuela de Sirena, Migueles y Solange, entre otros), permiten a Mayra Santos Febres a explorar las complejidades de la identidad de género, el liberalismo emocional y la resistencia queer en el Caribe. A través de ellos, la novela articula cómo las interioridades queer se construyen en un contexto de exclusión, pero también de creatividad para sobrevivir en un mundo tan complejo.
Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos Febres es una novela enfocada en el erotismo de una manera compleja y multifacética, utilizando este tema no solo como vehículo para la exploración de la sexualidad, sino también como una herramienta para examinar la identidad, el poder y la resistencia de los seres humanos. El erotismo no se presenta como una manifestación de deseo físico, sino como una forma de supervivencia y empoderamiento, además de expresarse por medio del cuerpo y la transformación. Los personajes como Martha Divine y Sirena Selena se visten, se maquillan y actúan, creando un espacio donde las líneas entre lo sexual y lo artístico se desdibujan. La sensualidad en las escenas de los espectáculos y la representación del cuerpo como un lienzo del deseo y poder son constantes en las líneas de esta increíble novela. Sin embargo, más allá de la seducción, el erotismo se entrelaza con la lucha de aceptación, donde la belleza y la fascinación son también un vehículo para ganar respeto y que a menudo rechaza las identidades queer.
El erotismo en Sirena Selena vestida de pena está inherentemente atado al concepto del “performance”. A través de la figura de Sirena Selena, el erotismo se convierte en una declaración de libertad, un acto de resistencia contra las normas de género y sexualidad impuestas por la sociedad. Los cuerpos de los personajes no solo son los cuerpos físicos, sino circunstancias en los que se conviene el poder, la identidad y el deseo. En este sentido, la novela de Santos Febres comercializa el erotismo en la cultura popular, especialmente cuando se entrelaza el poder y el control, ejemplificado en la relación de Sirena Selena y Hugo Graubel, ya que él ve el cuerpo del “Sirenito” como una oportunidad de ganancia ante sus reprimendas y deseos ocultos. Por otra parte, el erotismo en la novela se enfrenta a la vulnerabilidad emocional y la soledad. A través de las interacciones de los personajes, se revela que el deseo y la atracción a menudo están teñidos de sufrimiento, de la necesidad de no ser invisibles en la sociedad y de ser amados, pero también de los riesgos que implica exponerse emocionalmente en un mundo que tiende a considerar a otros como una cosa y reducir las identidades no normativas como objetos de consumismo.
En resumen, el erotismo en la novela Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos Febres va más allá de lo físico. Es una fuerza que desafía las convenciones sociales, pero que también está cargada de contradicciones, tanto en su capacidad para empoderar como en su potencial para ser esclavizada. La novela, a través de su régimen erótico, nos invita a reflexionar sobre el deseo, el cuerpo y la identidad en un ámbito de marginalidad, amor y resistencia.
El texto Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos Febres es idóneo para ser abordado empleando la teoría literaria sobre la sexualidad fuera de la norma, queer. La teoría queer es un enfoque crítico que analiza la representación de las identidades, géneros y sexualidades en la literatura y otros textos culturales, al cuestionar las normas y categorías tradicionales impuestas por la sociedad, proponiendo en su lugar que estas identidades son construcciones sociales fluidas y negociadas. Surgió a finales del siglo XX (principios de la década del 1990), en un complejo contexto social en Estados Unidos e influenciada por el feminismo, los estudios de género, la teoría posmoderna y los estudios culturales, especialmente los trabajos de autores como Judith Butler .[1]
[1] En Gender Trouble, Butler sostiene que las concepciones tradicionales del género son una construcción social. Ella califica el género de actuación. Las personas realizan un conjunto específico de acciones que se asocian tradicionalmente con el sexo que nacen y apodan a este género.
Las teorías queer son el resultado de los movimientos sociales de los sesenta y de otras luchas por reivindicación de sexualidades fuera de la norma que llegan hasta nuestros días. […] Por consiguiente, las teorías LGBTTQ+ tienen un imperativo de cambio social, que bien puede estar manifestado explícita o implícitamente en sus planteamientos (¿Quién le teme a la teoría?, 233).
La teoría literaria queer rechaza las concepciones binarias y esencialistas de género y sexualidad, como hombre/mujer o heterosexual/homosexual. En su lugar propone que estas categorías son construcciones sociales y performativas. Basándose en el trabajo de Judith Butler, se argumenta que el género y la sexualidad no son esencias innatas, sino actos reiterativos y performativos. Es decir, las personas actúan el género y la sexualidad dentro de un marco normativo, lo que permite la posibilidad de resistir y subvertir estas normas. También cuestiona las omisiones y silencios en textos clásicos, señalando las representaciones implícitas o reprimidas de deseos queer, ya que en lugar de centrarse únicamente en la sexualidad de los personajes, este enfoque explora cómo las estructuras narrativas, las metáforas y los lenguajes crean y desestabilizan identidades queer.
Sirena Selena vestida de pena es una de las obras más emblemáticas de Mayra Santos Febres, que encarna varios de los principios fundamentales de la teoría literaria queer, al explorar cuestiones de identidad, género, sexualidad y poder desde una perspectiva no normativa. La novela reafirma los conceptos centrales de la teoría queer al desestabilizar las categorías tradicionales -hombre/mujer-, desafiar la heteronormatividad y destacar la representación. Para reafirmar la teoría queer en las líneas de Santos Febres, se presentan los personajes de Sirena Selena y Martha Divine, quienes trascienden los límites binarios de género. Sirena Selena, una joven cantante que encarna una feminidad transformista y Martha Divine, una drag queen madura, y ambos desafían la rigidez de las definiciones de hombre y mujer. Este enfoque refleja la idea de la teoría queer de que el género no es una esencia fija, sino una construcción social que puede ser moldeada y representada.
Según la noción de Judith Butler de que el género es una serie de actos reiterativos, Sirena Selena vestida de pena muestra cómo los personajes crean y negocian sus identidades a través del maquillaje, el vestuario y el “performance”. En el escenario, Selena no solo canta, sino que actúa una feminidad que desafía las normas tradicionales, convirtiendo el cuerpo y la voz en herramientas de resistencia y autoafirmación. La novela expone cómo las sociedades heteronormativas excluyen, marginan y fetichizan las identidades queer. Tanto Sirena Selena como Martha Divine, navegan un mundo donde su existencia es celebrada en ciertos escenarios, pero despreciada y hasta cierto punto invisible fuera de ese espacio.
Mayra Santos Febres a través del personaje principal de su novela, Sirena Selena, pone en el centro narrativo las experiencias de personas queer, una estrategia coherente con el objetivo de la teoría literaria queer de visibilizar voces arrinconadas. Santos Febres explora no solo los aspectos externos de las vidas de los personajes, sino también sus conflictos internos, sus deseos y sus luchas, creando un retrato complejo y humano de las subjetividades. En la novela, el erotismo y el deseo queer son presentados como herramientas tanto de subversión como de explotación. La voz narrativa, muestra cómo las dinámicas de clase, género y sexualidad interceptan en un ente caribeño marcado por las desigualdades económicas y sociales. Este enfoque resalta cómo las identidades queer no existen en un vacío, sino que están profundamente influenciadas por el contexto social, cultural y político.
En conclusión, el erotismo, la teoría literaria queer y la novela Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos Febres están profundamente entrelazados, construyendo una narrativa que desafía las normas tradicionales de género, sexualidad y poder. La novela se adentra en distintas complejidades -identidad y sexualidad-, utiliza el erotismo, por medio del canto del bolero y la sensualidad, como una herramienta para explorar y subvertir las dinámicas de deseo y control, mientras que la teoría queer provee el marco crítico para desestabilizar categorías normativas, visibilizar subjetividades marginalizadas y al exponer las estructuras de poder que regulan los cuerpos y los deseos. Sirena Selena vestida de pena es una obra exquisita de leer que no solo narra las experiencias de personas queer en un Caribe vibrante y contradictorio, sino que también resalta y celebra, a través de un estilo rico y sugestivo, cómo la literatura puede actuar y celebrar la diversidad como un medio para subvertir y transformar las normas sociales.
Referencias:
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Brenda Liz Torres López es oriunda de Cabo Rojo. Cuenta con 25 años de experiencia como educadora, actualmente imparte español regular y español nivel avanzado a estudiantes de duodécimo grado en la Escuela Superior Leonides Morales Rodríguez de Lajas. Además de ser una apasionada por la enseñanza, Brenda es madre de dos: Gabriel Andrés y Thalía Del Mar, y abuela de cuatro princesas que llenan sus días de colores. Actualmente está en proceso de finalizar una maestría en Literatura Puertorriqueña y del Caribe, en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y del Caribe.