Por Yaivana Rodríguez
Tere Dávila, en su colección de cuentos “El fondillo maravilloso y otros efectos especiales”, nos sumerge en la realidad puertorriqueña con una mirada aguda, irónica y, a veces, descaradamente humorística. A través de una prosa clara y precisa, la autora altera la realidad dentro de lo cotidiano, revelando las complejidades y contradicciones que se esconden tras la aparente normalidad en la sociedad.
Dávila, quien también es autora de “Lego y otros pájaros raros” (2014) y “Nenísima” (2016), no teme abordar temas controversiales o incómodos. Desde la sexualidad y las relaciones de pareja, hasta la muerte y la enfermedad, la autora explora la experiencia humana con una honestidad refrescante. Sus personajes, aunque a veces grotescos/únicos o extravagantes, son reconocibles y entrañables, como el caso de Carlos, un personaje que representa las inseguridades, los deseos y las frustraciones de un hombre obsesionado.
Uno de los aspectos más destacados del libro es su estructura fragmentada. Los cuentos, aunque independientes, se entrelazan a través de personajes recurrentes y temas comunes, creando una red de conexiones que enriquece la lectura. Esta fragmentación también refleja la naturaleza caótica y fragmentada de la vida moderna, donde las experiencias suceden sin un orden aparente.
El humor es otro elemento clave en la obra. La autora utiliza la ironía, el sarcasmo y el humor negro para dramatizar situaciones difíciles y poner en evidencia lo absurdo de la vida cotidiana. Sin embargo, su humor no es superficial ni gratuito, sino que sirve como una herramienta para explorar las profundidades de la condición humana.
En “El fondillo maravilloso”, Dávila demuestra su maestría en el género del cuento. Cada relato es una pequeña joya literaria, con un inicio, un desarrollo y un final cuidadosamente construidos. La autora utiliza una variedad de recursos narrativos, como el monólogo interior, el diálogo y la descripción, para crear atmósferas y personajes memorables.
A pesar de sus virtudes, el libro no está exento de defectos. Algunos lectores podrían encontrar la escritura de Dávila demasiado directa o incluso vulgar. Además, lo fragmentado de la narrativa podría dificultar la comprensión de la obra en su totalidad, no todos los cuentos son fáciles de comprender.
Sin embargo, estos defectos son menores en comparación con la riqueza y la originalidad de la propuesta de Dávila. “El fondillo maravilloso y otros efectos especiales” es una obra que desafía las normas y nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia. Es un libro que se queda con el lector mucho después de haber terminado la última página.
Para mí, uno de los cuentos más impactantes del libro es “Eva ya no trabaja con nosotros”, en el que, Dávila explora el tema del chisme y la especulación. A través de una serie de rumores y conjeturas sobre la desaparición de una empleada, la autora nos muestra cómo la realidad se distorsiona y se manipula en boca de los demás. Este cuento es una crítica mordaz a la sociedad puertorriqueña, donde el chisme y la intriga son moneda corriente. En Puerto Rico el programa televisado de “La comay” es el mejor ejemplo de esta moneda.
En el cuento que le da título a este libro “El fondillo maravilloso”, Tere Dávila nos ofrece una visión panorámica de la sociedad puertorriqueña, con sus luces y sus sombras. La autora no se limita a retratar la realidad, sino que la cuestiona, la ironiza. Su obra es un llamado a la reflexión, una invitación a mirar más allá de las apariencias y a descubrir la belleza que se esconde en lo cotidiano.
En definitiva, “El fondillo maravilloso y otros efectos especiales” es una obra imprescindible para comprender la literatura puertorriqueña desde un punto de vita moderno, claro y sencillo. En mi opinión, Tere Dávila, ganadora de premios como, PEN Club Puerto Rico Award 2022, Premio Nacional de Novela 2016, y Premio Nacional de Cuento 2016, se consolida como una de las voces más originales, con una prosa que cautiva, provoca y conmueve.

Sobre la autora

Yaivana Rodríguez Agosto tiene 23 años. Cursa su último año de estudios en Comunicaciones con concentración en producción digital en la Universidad Ana G. Méndez de Cupey. Nació en San Juan, Puerto Rico y actualmente reside en el pueblo de Trujillo Alto. Su inspiración y clave para la creatividad es la música.