Mujeres: Una fuerza capaz de gobernar.

Por Natalie M. Báez Torres

La escritora Gioconda Belli, por medio de su novela El país de las mujeres (2010), nos otorga la oportunidad de adentrarnos en un mundo al que históricamente no estamos acostumbrados a presenciar. Dicha obra nos presenta una perspectiva innovadora, en la cual el cuidado de un país recae en quienes poseen la mayor preparación en la materia: las mujeres. Se trata de una narración, ganadora del Premio Hispanoamericano de Novela “La Otra Orilla”, en donde la autora nicaragüense nos comparte un sinnúmero de ideas, propuestas y visiones de su propio pasado sobre cómo dirigir un país. Las cuales, de hecho, ha explorado con mayor profundidad en obras anteriores como El país bajo mi piel (2000).

La novela posee una estructura basada en capítulos cortos que mantienen al lector en un viaje entre el presente y el pasado. La historia se ubica en Faguas, una nación ficticia creada por la autora, cuya descripción se asemeja a la de su tierra natal, Nicaragua. Faguas es caracterizado como un país latinoamericano, pequeño y de una economía pobre, cuyo gobierno también se ha visto afectado por la desdicha de la corrupción. Este entorno descrito invita al lector a explorar un sinnúmero de perspectivas sociales y culturales que distinguen a dicho país.

Viviana Sansón, impulsada por su indignación ante las injusticias sociales y el desamparo en las comunidades debido a la violencia, se convierte en la protagonista de la historia. Acompañada de sus colegas, Eva Salvatierra, Martina Meléndez, Rebeca de los Ríos e Ifigenia Porta, un grupo variado de mujeres con cualidades extraordinarias, buscan limpiar al país y cuidarlo desde una perspectiva maternal, rompiendo con las generalizaciones machistas y los estándares políticos del pasado. Con sus propuestas, desafían la desigualdad de género y buscan desvincular la identidad femenina de la necesidad de validación masculina, un claro intento de lucha contra los estereotipos hacia la mujer.

De esa forma, crean un nuevo partido caracterizado como excéntrico que usa el erotismo como herramienta de comunicación permitiendo la coexistencia de nuevas ideologías y perspectivas políticas. Su intento por satisfacer las necesidades básicas con un enfoque al cuidado y la atención se convierte en la raíz de diversas discrepancias. Sus ideas se tornan víctimas de los prejuicios por parte de partidarios de la oposición y los medios de comunicación locales e internacionales. No obstante, un imprevisto acontecimiento natural se establece como el factor determinante en el desenlace de su campaña electoral.

El estatus del país cambia cuando el Partido de la Izquierda Erótica (PIE), liderado por este grupo de mujeres, triunfa en las elecciones y acoge la responsabilidad de liderar a la nación. De esta forma, se establece la idea de una utopía feminista cuyo propósito es transformar la mentalidad patriarcal. Se guía al lector a través de una narrativa que promueve el empoderamiento e identidad femenina y resalta las cualidades tradicionalmente subestimadas de las mujeres. No obstante, la trayectoria de estos personajes se ve marcada por numerosos desafíos y obstáculos que ponen a prueba el éxito o fracaso del liderazgo de Viviana y las integrantes del PIE.

Cabe destacar que cada personaje, mujer o hombre, proyecta una representación social muy real y compleja que le permite al lector sentirse conectado con sus historias desde el comienzo hasta el final. La solidaridad y la compasión se convierten en los aspectos claves para ponerse en los zapatos del otro. Gioconda Belli nos regala una obra cuyo contexto se percibe como una caricia hacia la valoración de las aptitudes de la mujer. Lo que nos invita a pensar, ¿sería malo que las mujeres gobernaran? El país de las mujeres pone en nuestras manos la idea de que la mujer podría ser la respuesta al enigma sobre cómo gestionar los recursos sociales de manera óptima.


Sobre la autora

Natalie Marie Báez Torres nació el 12 de octubre de 2002 en San Juan, Puerto Rico. Asistió al Colegio Nuestra Señora de la Providencia, donde fue miembro del Consejo de Estudiantes y desarrolló sus habilidades de liderazgo. Desde temprana edad, su curiosidad la llevó a explorar el campo de la investigación. Una disciplina que le ha permitido involucrarse en diversos entornos académicos. Actualmente, se encuentra en su último año como estudiante del programa de Biología Celular y Molecular en la Universidad Ana G. Méndez, recinto de Cupey.