Las estaciones de mi niñez Por: Rebecca Pérez

Verano

Entre recuerdos divago y me doy cuenta de que tengo un rollo de cine por memoria. Aquella tarde de verano llega de repente; la piscina azul en casa y todos mis primos ahí. No sabía nadar, pero no importaba; la piscina no era tan grande. Todos riendo y peleándose por tonterías haciéndome reír. Toda la familia está feliz y esa chispa en mi pecho se desborda.

Otoño

Una pequeña puerta se abre en mis recuerdos y veo una pequeña vestida de bruja sentada en el sofá. Otoño, día de brujas; mis hermanas tenían que ir disfrazadas a su escuela. Mi mamá nos puso a todos el disfraz de bruja de la mayor y nos tiró fotos. Mi sonrisa esbozaba esa fotografía.

Invierno

Invierno, mi estación favorita llegó. Mis recuerdos tocan la nieve que cala mis huesos. Soy feliz jugando con la nieve y aquel abrigo pomposo rosa me recuerda que debo cuidarme. Pero soy pequeña y aprovecho que ya no me enfermo tan seguido para seguir riendo y comiendo las perlas blancas que he creado con las lágrimas del cielo.  

Primavera

En la primavera las flores florecen y el sol ilumina el cielo. Parece un día cualquiera en Puerto Rico. Voy entrando en la adolescencia y me paro frente a mi nueva escuela secundaria. Mis ojos tocan el suelo y se topan con unos hongos blancos. Esas sombrillas que crecen de la tierra me miran sonrientes y comienzo a alucinarlas en todas partes; me agrada. El polen vuela por los aires haciéndome llorar; me enferma y se burla de mí. Divago con la mirada y toco un árbol de mangó en el fondo, junto al portón de la escuela. El recuerdo de la primaria me golpea. Era época de exámenes y el grupo con asistencia perfecta ganaría un premio. Luego de los contratiempos estábamos ahí ¡Ganamos! El día de pizza fue bueno, pero lo mejor fue poder ir al área VIP; éramos VIP. Nadie podía entrar, nadie podía ver la majestuosidad de aquel palo de mangó en el fondo de la escuela; solo nosotros, solo yo. Llené mi lonchera de esos frutos maduros y vi tirarse por la colina a mis compañeros. Solo éramos niños de 3ro que habíamos ganado la lotería por solo asistir a las pruebas.

Las estaciones evocan recuerdos que me llenan de melancolía. Son un rollo en mi memoria con fotogramas cortados. Pero soy feliz con esos trozos borrosos de una infancia perdida en las cenizas de un hipocampo dañado.


Sobre la autora

Rebecca Pérez nació en Río Piedras, Puerto Rico. Actualmente es estudiante de la Universidad Ana G. Méndez, donde cursa un bachillerato en Psicología. En sus ratos libres dibuja, lee y escucha música. Empezó escribiendo canciones, pero en la escuela superior decidió iniciarse en la escritura poemas.